Las plataformas sociales generan un eco infinito. En ocasiones, conducen a una deshumanización del otro. Necesitamos formación para usarlas sin dañar y para no cometer, sin darnos cuenta, un delito
Tomado de la edición digital del diario español El País.
Ver artículo completo en:
https://elpais.com/elpais/2019/06/14/ideas/1560533971_274766.html?id_externo_rsoc=TW_CC
Redes sociales: cuando compartir es humillar